Bienvenidos de nuevo!
En guías anteriores ya hemos introducido varios conceptos interesantes sobre la Self-Sovereign Identity. Pasamos de los modelos de identidad digital al concepto de SSI, analizando los tres pilares fundamentales que sustentan la Self-Sovereign Identity, como son:
Verifiable Credentials;
DID;
Blockchain.
Esta última, además de ser uno de los pilares fundadores de la SSI, es actualmente una de las tecnologías innovadoras más prometedoras y a la vez discutidas.
Para entender cómo la tecnología Blockchain es un pilar fundacional de SSI, primero es necesario entender qué es una Blockchain.
Bitcoin y Blockchain
La palabra “Blockchain” surgió hace apenas unos años, tras el nacimiento de lo que se convertiría en uno de los fenómenos financieros y tecnológicos más importantes de la última década: el Bitcoin.
Bitcoin no es más que una nueva forma de moneda digital, pero sustancialmente diferente de las formas de dinero electrónico (e-money) vistas hasta entonces. La fuerza y la idea detrás de Bitcoin, de hecho, es convertirse en un verdadero “sustituto” del dinero en efectivo, pero en forma digital. Así es como, al menos, Satoshi Nakamoto, el anónimo inventor de Bitcoin, describe su creación: “Bitcoin: un sistema de dinero electrónico entre pares” en un libro blanco publicado en una lista de correo de cypherpunk, un grupo de informáticos cuya idea era que la criptografía podía devolver la privacidad y la dignidad a la humanidad.
Bitcoin nació en 2009, concretamente el 3 de enero, cuando se emitió el primer bitcoin en su propia Blockchain. Sí, porque el paradigma que reside “detrás” de Bitcoin es el de una nueva tecnología, que le permite ofrecer un sistema distribuido entre los diferentes actores de la red Bitcoin donde todas las transacciones del sistema pueden ser validadas, registradas y mantenidas por todos los participantes de la red.
Antes de Bitcoin, hubo varios experimentos en los que se intentó crear un sustituto digital del dinero en efectivo. Sólo con la invención y difusión de la idea de “Blockchain” fue posible hacerlo realmente.
De Bitcoin a la Blockchain
Y es precisamente a partir del ejemplo de Bitcoin que podemos empezar a entender que la Blockchain es un “algo” que permite dar “confianza” en un contexto distribuido y donde no todos los actores se conocen.
De hecho, sin las propiedades criptográficas que distinguen a la Blockchain, ésta podría considerarse simplemente como una alternativa, o un tipo especial de “Base de Datos Distribuida”. En el contexto de Bitcoin, de hecho, el Blockchain se utiliza sólo como una base de datos especial hecha “bloques”, dentro de la cual se registran en una forma inmutable (que no puede ser cambiado) todas las transacciones que se producen dentro de la red de Bitcoin.
La inmutabilidad de la “cadena de bloques” (es decir, la propia Blockchain) está garantizada por los mecanismos que se encuentran dentro de la lógica del protocolo de Bitcoin, con B mayúscula. Añadir un bloque a la red es una operación muy compleja (se realiza a través de la llamada “minería”, que permite alcanzar un consenso distribuido dando constancia de haber realizado un “trabajo computacional”).
El tema es muy complejo, y se tratará aún más a fondo en las próximas guías. En general, sin embargo, podemos imaginar una Blockchain como una base de datos de sólo escritura. Lo que está escrito en el interior son las transacciones de criptodivisas.
Otra pequeña pero importante característica: una Blockchain como la de Bitcoin es pública. Esto significa que no sólo los datos de las transacciones contenidas en la base de datos son inmutables, sino que también son accesibles para cualquiera que desee conectarse a la red y ver la Blockchain.
¿Un ejemplo?
A continuación se muestra una “vista” de la Blockchain de Bitcoin, concretamente una transacción entre dos partes (que se “anonimizan” mediante el uso de cadenas alfanuméricas identificativas):
Introducción a Blockchain
Como se ha visto en los capítulos anteriores, la primera aplicación de una tecnología Blockchain es en realidad Bitcoin, una de las revoluciones más importantes del mundo digital en los últimos años.
Bitcoin es un proyecto de código abierto, lo que significa que cualquiera puede “observar” lo que ocurre en la tecnología, pudiendo replicarla para un uso diferente.
Y es precisamente a partir de la idea de “replicación” que con el tiempo nacieron Blockchain diferentes a Bitcoin, y utilizables para diferentes casos de uso, incluyendo Ethereum, Litecoin, Cosmos, Hyperledger, etc.
En general, de hecho, una Blockchain no sólo puede ser utilizada para las transacciones monetarias, sino que sus características de apertura, descentralización e inmutabilidad pueden ser muy útiles para permitir diferentes casos de uso que no sólo están relacionados con Bitcoin.
Gracias a sus características, el uso de una Blockchain dentro de otros contextos (incluido el empresarial) puede aportar varios beneficios, como se ha mencionado anteriormente. Hasta la fecha hay varios procesos que pueden ser “desintermediados” mediante el uso de una Blockchain.
Los casos de uso más conocidos en el contexto del uso de una Blockchain pueden ser, por ejemplo, los siguientes:
Smart Contract: automatización de diferentes procesos mediante el uso de la lógica informática que se puede aplicar en las interacciones que se producen entre diferentes actores;
Notarización: una Blockchain puede utilizarse de forma que proporcione una prueba de que un dato o documento existe;
Cadena de suministro: una Blockchain puede utilizarse no sólo para rastrear activos digitales, sino también activos materiales.
Identidad autosuficiente: una Blockchain puede convertirse en el verdadero “pilar” del desarrollo de un nuevo paradigma de identidades digitales.
Self-Sovereign Identity y Blockchain
La tecnología Blockchain es la pieza que falta para que la identidad autosuficiente sea una realidad.
En el contexto de la SSI, la tecnología Blockchain resuelve varios problemas que han afectado al mundo de las identidades digitales hasta la fecha.
Gracias a la combinación del uso de criptografía asimétrica y de redes distribuidas como una Blockchain, es posible que el usuario genere en total autonomía un identificador (DID) que pueda demostrar poseer (junto con todos los atributos asociados a ese DID). La Blockchain se convierte así en un componente fundamental donde se pueden rastrear los DIDs pertenecientes a los usuarios, que ya no están en forma de identificadores dentro de una base de datos centralizada, sino que pueden ser identificados sobre una red pública, inmutable y transparente.
Cada individuo posee sus credenciales de forma “separada” de la Blockchain, simplemente dentro de su cartera. La red abierta que es el Blockchain en el contexto de SSI puede ser útil para gestionar lo que son las revocaciones de estas credenciales. La lista de revocación (listas donde se marcan todas las credenciales revocadas) centralizadas de hecho permanecen cerradas para la mayoría. Por esta razón, no es posible ser verdaderamente Sovereign (completamente soberano de la propia identidad), y por ello es necesario abrir estas listas de revocación, que se utilizan para comprobar la validez de una credencial.
En este sentido, la Blockchain es una combinación perfecta de apertura y transparencia, en la que los verificadores pueden comprobar de forma independiente en dicha red distribuida la validez (o invalidez) de una credencial. Por estas razones, el uso de una red como la Blockchain puede ser ciertamente un habilitador de la Identidad Auto Soberana.